Hoy 9 de septiembre, el evangelio nos narra que el evangelio es una novedad difícil de llevar adelante. Significa ir detrás de Jesús. Es el camino que Jesús nos enseña. Ir sobre el camino de Jesús, que es la misericordia; ser misericordiosos como el Padre es misericordioso. Solo con un corazón misericordioso podremos hacer todo aquello que el Señor nos aconseja. La vida cristiana no es auto referencial; es una vida que sale de sí misma para darse a los otros. Es un Don, es amor, que no vuelve sombre sí mismo. Reza el santo rosario en familia. Evangelio – Santo rosario en familia
No tengamos miedo de tender hacia lo alto, hacia las alturas de Dios. No tengamos miedo de que Dios nos pide demasiado, dejémonos guiar en todas las acciones cotidianas por Su Palabra, aunque nos sintamos pobres, inadecuados, pecadores. Será Él quien nos transforme según su amor y su gracia, recibida en los sacramentos. Todos sabemos que somos imperfectos, que no podemos ser para Dios una casa adecuada. Por eso comenzamos la Santa Misa recogiéndonos y rogando al Señor que elimine en nosotros todo lo que nos separa de Él y lo que nos separa unos de otros, y así nos conceda celebrar dignamente los santos misterios.
Cuando entra en la Iglesia en silencio y con gran respeto, considerándote indigno de presentarse ante la majestad del Señor. En cuanto veas a Dios sacramentado haz devotamente una genuflexión arrodillándote hasta el suelo. Primero salúdale a Él, a tu Señor, vivo y verdadero en el tabernáculo, y luego a la Virgen y San José, y a los santos. Encontrado el asiento, arrodíllate y concede a Jesús sacramentado el tributo de tu oración y de tu adoración. Confíale todas tus necesidades y también las de los demás, háblale con abandono filial, ábrele libremente tu corazón y déjale plena libertad de actuar en ti como Él quiera.
Asistiendo a la Santa Misa y a las funciones sacras, procura moverte con mucha gravedad en el levantarte, en el arrodillarte, en el asentarte, y lleva a cabo cada acto religioso con la más grande de las devociones. Sé modesto en las miradas, no gires la cabeza de un lado u otro para ver quién entra o sale; no te rías, sino demuestra reverencia hacia el lugar santo y también consideración para quién esté sentado a tu lado. Ten cuidado de no pronunciar palabra con nadie, a menos que la caridad no te obligue o una imprescindible necesidad lo exija. En resumen, compórtate de tal manera que los presentes se queden edificados y, gracias a tu actitud, se sientan impulsados a glorificar y amar al Padre celestial.
Cuando salgas de la Iglesia mantén una postura recogida y calma: saluda primeramente a Jesús sacramentado, pidiéndole perdón por las faltas cometidas ante Su divina presencia y no te despidas de Él si antes no le hayas pedido y de Él recibido la paternal bendición. Por eso, te coloco ante Jesús Sacramentado a ti y a toda tu familia. ¡Dios te bendiga y proteja siempre!🙏Recuerda siempre Rezar el santo rosario en familia.
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